Abrámosle la puerta al
OTOÑO
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y empecemos a adentrarnos en él
sin prisa,
paso paso,
El camino no puede ser más atractivo
¿verdad?
Mirad,
el sol todavía alarga sus dedos tibios,
por entre ramas y hojas,
para tocaros.
Quiere jugar al escondite.
Si profundizáis en el bosque
es posible que encontréis algún hada
en plena danza con las hojas...
Pero sólo si creéis en la hadas.
Luego... ¿existen?
¿Y los gnomos?
Llegados a este punto, poneos cómodos
y disfrutad del espectáculo; hay sitio para todos.
Y si no, nos apiñamos.
Desde esta inmejorable perspectiva mirad al cielo,
tal vez os sorprendáis de su luminosidad.
Es un contraste espectacular, ¿a que si?
Pero sigamos con el paseo,
vamos a recoger unas bayas.
Os van a salir unas tartas
y unas mermeladas ¡mmmmmm!
¡Oh, qué curiosas son éstas!
No olvidéis llevaros unas cuantas piñas,
que dentro de poco les vais a dar uso.
No está nada mal, vamos bien servidos.
Y ahora, carretera y manta.
A casita, continuando con el tranquilo paseo,
las maravillosas vistas y el aroma
embriagador del bosque.
Si seguís las vías no os podéis perder.
¡¡Lan-larán-larita!!
alguna de las imágenes. A FG, que acaba de cumplir años
y es una empedernida romántica, amante de esta estación.
Y a mi amiga MELA, otro espíritu romántico que cumple años
dentro de unos días
¡HASTA PRONTO!
