A pesar de que dicen que vuelve el frío, la nieve y el granizo en algunas zonas de España, y por aquí, en mi comunidad, estamos en alerta naranja por lluvias que pueden ser fuertes (me imagino que más bien serán por el interior de la provincia), yo os traigo la alegría de la primavera, ahora ya bien asentada entre nosotros.
Este rosal es anciano, los tallos de las rosas son cortos,
pero es súper florífero y apenas lo tenemos que cuidar,
solo podarlo de vez en cuando.
Sus raíces beben del sifón de una acequia cercana.
Y del cielo, claro.
Unas cuantas elegidas que mi chico me ha traído hoy.
Las begonias están imponentes.
Begonias semperflorens, o como he leído por Internet,
también llamada "La flor de azúcar".
¿Recordáis esta solitaria margarita?
Os la enseñaba en un post anterior, concretamente en
Pues mirad ahora, una mata a reventar.
¡Y pensar que estuve a punto de arrancarla!
Rosas blancas.
Es un arbusto todavía joven que también estuvo a punto de morir.
Esta primavera nos está dando ya unas cuantas alegrías.
De momento crece fuerte y sano. ¡Perfect!
Nunca le hago ascos a las florecillas silvestres, son una belleza,
no requieren más que sol, agua de lluvia y ¡hala, a invadir!
Las primeras las encontré en el margen de un camino
y la segunda se yergue, orgullosa, en otro zarzal.
1. Un manzano que tenemos.
Es enano y da manzanas enanas.
Poca "chicha" que comer, es más bien ornamental.
Sobre todo, cuando tomé la foto hace unos días
y rebosaba florecillas blanco rosadas
(hoy ya perdió toda la flor)
2. Nísperos. Están de muerte, doy fe. Buena cosecha,
y algunos enormes. No estos precisamente,
pero estaban más adelantados de color para la foto.
3 y 4. Flor de azahar. Ahora apenas nos quedan naranjos y
éste es borde. Su flor igual de bella y olorosa.
Y con este humilde ramillete asilvestrado, aquí termina el penúltimo post de esta temporada en Mi Maleta de Recortes. En unos días el último y os dejo descansar por un tiempo.
😅😅😅
Que paseis una buena semana.
