¡Ven, acércate más, el campo umbrío,
el cielo torvo y el ambiente frío
predisponen el alma a la tristeza.
el cielo torvo y el ambiente frío
predisponen el alma a la tristeza.
Ven, apoya en mi hombro tu cabeza;
así, juntos, muy juntos, dueño mío.
así, juntos, muy juntos, dueño mío.
Hablemos de tu amor; ¡de aquél soñado amor!
Cuando el invierno desolado reina doquier y pálidas
se ahuyentan la ilusión y la fe,
¡cómo calientan los recuerdos benditos del pasado!
Ven, acércate más, mi dulce dueño...
se ahuyentan la ilusión y la fe,
¡cómo calientan los recuerdos benditos del pasado!
Ven, acércate más, mi dulce dueño...
y en tanto agita con tenaz empeño
la niebla gris su colosal cimera,
sobre nosotros vuelque la Quimera la niebla gris su colosal cimera,
el ánfora impalpable del Ensueño.
Amado Nervo
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