No es decadencia el otoño. Aunque no explosionen en color las flores, aunque crujan las hojas secas bajo nuestros pies, aunque el cielo gotee camuflando las lágrimas de un triste recuerdo y el viento forme remolinos alrededor.
Es la antesala al descanso, el prólogo al sueño reparador para un futuro glorioso renacimiento. Una invitación a abrir puertas y ventanas al aire que se renueva, a los colores cálidos, al sol amable que abriga sin quemar. A la serenidad.
No, no es el otoño un empezar a morir.
Tiempo de galletas, de café caliente y pan, de castañas, nueces y avellanas... De granadas, membrillo, moras, higos y manzanas.
Joya entre las joyas, tiempo de riqueza. Tiempo de cosecha.
Ana Sefern Ir a Historias desde el tren/JOYAS DE OTOÑO
Disfruta tu otoño.
Necesito el otoño ya.
ResponderEliminarEste verano eterno me desagrada muchísimo.
Precioso post
Besitos
¿Qué tal, Isabel? Me alegra recibirte de nuevo en mi espacio después de tanto tiempo, gracias por venir. Yo también tengo ganas de otoño, la verdad, no ha refrescado lo suficiente para mi, ni los días están lo bastante "acogedores". Me gusta que se note el cambio de estación y todavía hace demasiado calor... Me alegro de que te haya gustado el post. Un beso.
EliminarUna entrada preciosa y me alegra poder venir a comentar en tu blog. La primer imagen con la maquina de escribir es una de mis favoritas pero todas las imagenes acompanan perfectamente a tus palabras, me encanta leer lo que escribes!
ResponderEliminarBesos
Hola, Diana! Muchísimas gracias por siempre estar al otro lado. Por mi parte, no es una vuelta en este espacio, es un post puntual (será por el otoño inspirador) pero siempre me alegra cambiar impresiones con quien quiera venir por aquí. También me gustó la primera foto, es una pasada. Un beso.
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